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Cómo mantener un tatuaje recién hecho correctamente

tatuaje recién hecho

Hacerte un tatuaje es una experiencia emocionante. Es una manera de mostrar tu identidad y reflejarla en la piel. Pero para que tu tatuaje se vea perfecto y dure muchos años, los cuidados del tatuaje recién hecho son fundamentales. No importa si es tu primer tatuaje o el número veinte: si no lo cuidas bien, puede infectarse, perder color o cicatrizar mal. En este artículo te enseñaré cómo cuidar un tatuaje recién hecho paso a paso, con consejos claros, fáciles y 100% efectivos.

1. Primeras horas después del tatuaje: lo más importante

Justo después de que el tatuador termina su trabajo, tu piel ha sido herida de forma controlada. Por eso, el cuerpo comienza a regenerarse. En ese momento es cuando debes prestar más atención a los cuidados del tatuaje recién hecho.

Tu tatuador limpiará la zona con un producto antibacteriano y colocará un film o vendaje especial. Ese plástico tiene una función vital: protege el tatuaje de bacterias, polvo y roce con la ropa.
No lo retires antes de tiempo. Lo ideal es mantenerlo entre 2 y 4 horas, según las indicaciones del profesional. Si usas film transparente tipo “segunda piel”, puede dejarse entre 24 y 48 horas.

Pasado ese tiempo, lávate bien las manos con agua y jabón neutro antes de tocar tu tatuaje. Después, retira con cuidado el film. Notarás algo de tinta y fluidos (plasma,linfa, sangre) es totalmente normal.

Ahora toca limpiarlo:

  1. Usa agua tibia (no caliente) y jabón neutro, sin perfume ni alcohol.

     

  2. Lava con suavidad, con la palma de las manos y aclara.

     

  3. Seca con papel de cocina o papel absorbente a toques y sin arrastrar.

     

No apliques aun crema para tatuajes, deja pasar entre 48 y 72 horas que la herida empiece a cerrar. Ya puedes empezar a poner la crema para tatuajes, antes de aplicar la crema, limpialo y secalo. Puedes ponerte la crema un par de veces al día, y siempre aplica una capa muy fina y muy bien extendida. No por poner más crema, curará mejor, al contrario, la herida necesita transpirar, si aplicas mucha crema crearas una sobrehidratación de la zona lo que ocasionará que no sane correctamente la piel y afecte al resultado del tatuaje.

2. Primeros 10 días: limpieza, hidratación y paciencia

En esta etapa tu tatuaje entra en proceso de cicatrización. Puede picar, pelarse o verse más opaco, pero eso no significa que algo esté mal. Es una parte normal de los cuidados del tatuaje recién hecho.

Durante los primeros 10 días, sigue con las limpiezas diarias y aplica crema con frecuencia, pero sin excederte. Si usas demasiada, la piel no respirará bien y podría formarse una capa de humedad que retrase la curación.

Evita estos errores comunes:

  • No rasques ni arranques la piel muerta. Aunque pique, deja que se caiga sola.

     

  • No sumerjas el tatuaje en agua. Ducharte está bien, pero evita bañarte, piscinas, jacuzzis o el mar.

     

  • No expongas el tatuaje al sol. Los rayos UV pueden dañar el pigmento y causar irritación.

     

  • No uses ropa ajustada o áspera. El roce constante puede levantar la costra o irritar la piel.

También es buena idea usar ropa de algodón, suelta y limpia. Mantén tu tatuaje siempre protegido del polvo, los animales y el sudor excesivo.

Durante estos días, el tatuaje comenzará a cerrar. Es posible que aparezca una pequeña capa brillante o de piel nueva sobre la zona. No te preocupes, eso significa que la piel se está regenerando correctamente.

Una de las dudas más comunes es cuándo dejar de usar la crema. Generalmente, se recomienda seguir aplicándola hasta que la piel deje de pelarse y ya no haya sensación de tirantez o picor. En la mayoría de los casos, esto ocurre alrededor del día 15.

Si notas enrojecimiento excesivo, secreción amarillenta, dolor agudo en alguna zona del tatuaje o mal olor, acude a tu tatuador. Puede tratarse de una infección y es mejor actuar rápido.

3. Cuidados a largo plazo: cómo mantener tu tatuaje perfecto

Una vez que tu tatuaje esté curado, los cuidados del tatuaje recién hecho deben transformarse en hábitos diarios. La piel tatuada requiere más atención que la piel normal, ya que los pigmentos pueden degradarse con el tiempo.

El enemigo número uno del color es el sol. Siempre que salgas, aplica protector solar de al menos FPS 50 sobre tu tatuaje, incluso en días nublados. Esto evitará que los colores se aclaren o se deformen con los años.

La hidratación también es clave. Usa una crema corporal sin alcohol ni fragancia para mantener la piel flexible y luminosa. Si tu piel se reseca, el tatuaje puede perder brillo.

Además, evita cambios bruscos de peso o exposición prolongada al agua caliente, ya que pueden afectar la textura de la piel tatuada.

Recuerda que el tatuaje esta en la piel, tu piel es el lienzo, si maltratas la piel el tatuaje nunca se verá bien, una piel cuidada hará que el tatuaje se vea siempre bonito.

Si con el tiempo ves que el tatuaje ha perdido intensidad, es normal. La piel envejece y el pigmento se adapta.

Recuerda: un tatuaje bien cuidado no solo se ve bonito, también es señal de buena salud y respeto por tu cuerpo.

Conclusión 

Cuidar un tatuaje no es complicado, pero requiere constancia. Limpieza, hidratación, protección solar y paciencia son las claves para que tu piel sane bien y el diseño luzca increíble durante muchos años.

Sigue estos pasos y tu tatuaje se mantendrá tan impresionante como el primer día.

Y si estás pensando en hacerte uno nuevo, no improvises: acude a un estudio profesional donde se sigan las normas de higiene y seguridad más estrictas. En nuestro estudio somos expertos en tatuajes y piercings, y te acompañamos en todo el proceso, desde el diseño hasta los cuidados posteriores.

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